Dos accidentes frente al centro de abortos

La devastacion de dos paises

Mientras  esperamos ansiosos una decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos que tendrá lugar el próximo verano y que podría proteger legalmente del aborto a todos los bebés no nacidos de Texas, continuemos orando por la paz en Ucrania. Que nuestros sueños para los no nacidos finalmente y maravillosamente se hagan realidad este verano. La devastación ocasionada por la guerra en Ucrania nos puede recordar a la de nuestro país debido a la legalización del aborto, de 64 millones de vidas en casi cincuenta años. Pero nuestra devastación no consiste  en edificios, casas o calles bombardeados sino en relaciones de parejas rotas, madres con un pasado imborrable, generaciones perdidas y muchos padres sin pareja. La gente de Ucrania no es responsable de la guerra, sin embargo, nosotros  podemos culparnos sólo a nosotros mismos por nuestra devastación.
 
Nuestras palabras a las embarazadas

Mientras tanto, ciertamente vale la pena repetir lo que dijo la persona provida (consejero de acera) Eleanor  McCullen  durante la audiencia de confirmación del juez Ketanji Jackson para la Corte Suprema de los Estados Unidos: “que es un privilegio poder hablar en la acera con una mujer que está por entrar en un centro de abortos y tratar de animarla a que continúe con su embarazo” 

Esto nunca puede ser subestimado. Nuestras palabras a las madres le llegan en un momento en que su conciencia está despierta y su mente reflexiona constante y profundamente, mientras evalúa inconscientemente ambos puntos de vista de su difícil momento que se aproxima. A pesar de que la madre tiene prisa para llegar a tiempo a su cita, sus pensamientos se aceleran y complican hasta el punto de que apenas se fijan en las señales de tránsito. Así que nuestras palabras tienen un gran impacto sobre  ella en ese momento y en el futuro. En el momento que nuestras palabras le llegan a ella, su conciencia aún no está plenamente convencida de que está haciendo lo correcto al entrar en el centro de abortos. Nuestras palabras las pueden hacer cambiar de parecer. 

La Pena de Muerte 
 
Debido a que somos personas de fe que vemos la dignidad en cada vida humana desde la concepción hasta la muerte, dirijamos nuestra atención a la Señora Melissa Lucio, una madre de 14 hijos la cual está programada para ser ejecutada este 27 de abril. La página de internet de esta arquidiócesis Católica explica esta situación en detalle. Los 21 Obispos Católicos activos en ministerio en Texas han escrito al fiscal del distrito del condado de Cameron, Luis Saenz, a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas,  y al Gobernador Greg Abbott para perdonar la vida de Melissa Lució, madre de 14 hijos y  abuela.  

Los obispos se unen a una amplia agrupación que pide una suspensión de la ejecución para realizar una revisión minuciosa de su caso. 

La Carta de los obispos establece que la señora Lucio es una católica fiel, en la espera de la pena de muerte en la Diócesis de Austin. Su director espiritual, el Diácono Ronnie Lastovica, reporta que el corazón de ella está centrado en Cristo y que ella ha ayudado a otros a conocer a Cristo. 

Además, la carta establece que las ejecuciones son completamente innecesarias e inaceptables, como enseña nuestra fe. Tomar voluntariamente una vida humana, independientemente de la razón, es contrario a la revelación cristiana. 

Para leer la carta en su totalidad por favor vaya a este enlace: www.archgh.org 

Vamos a rezar con nuestros Obispos para que le concedan clemencia a la Señora Lucio, no solo porque nuestra Iglesia se opone a la pena de muerte y porque aboga por la dignidad de la vida humana, sino también para que se resuelvan todas las circunstancias atenuantes que rodean su caso, como se expresa en la carta. 

Deseo compartir los siguientes testimonios para mostrar que hay muchas oportunidades que nos esperan al comunicarnos en inglés y español con las madres que ingresan a este centro de abortos. Podemos esperar tener muchas conversaciones con ellas sin importar qué día vayamos. Muchos se quejan de que las madres que entran no quieren hablar con nosotros. Una de las razones para eso puede ser que tal vez no estemos allí el tiempo suficiente. Cuando estamos ahí afuera, ahora nos enfrentamos a diversas situaciones que antes no existían, gracias a la ley del Latido del Corazón. Algunas de las madres querrán hablar con nosotros porque fueron rechazadas por tener un embarazo de seis semanas o más. Un buen número de ellas habla español. Si no les hablamos en español, estamos perdiendo oportunidades. Debido a la Ley del Latido del Corazón, nuestra comunicación con las madres puede variar. Muchas veces podemos saber si una madre fue elegible para abortar a su hijo sin necesidad de palabras. Estoy en el centro de aborto dos veces por semana y estoy dispuesto a explicar la estrategia que uso a cualquiera que lo pida, pero no en línea porque no sé quién lee nuestros correos electrónicos. Y siéntase confiado, porque el número de abortos en este centro ha disminuido gracias a la ley del Latido del Corazón:
 
El mismo Día 

En los 30 años que llevo involucrado en el movimiento pro-vida, yendo a los centros de aborto, un miércoles reciente fue para mí un día muy extraño en ese sitio. Presencié dos choques de vehículos, ambos clientes del centro de aborto. Nadie resultó herido.   

A lo largo de la mañana, muchas de las conversaciones que tuve con quienes salían del edificio se vieron influenciadas gracias por la Ley del Latido del Corazón. Esta ley continúa salvando la vida de muchos bebés por nacer, protegiéndoles del aborto debido al latido cardíaco detectado. Las que salieron no parecían estar deprimidas por la idea de tener que quedarse con su bebé al descubrir que tenían 6 semanas o más de embarazo.   

Uno de los choques involucró a un vehículo que había pasado por error la entrada principal del edificio. En el último segundo, la conductora del automóvil trató de pasarse hacia el carril izquierdo en dirección al edificio, pero fue chocada por una camioneta grande que pasaba por un costado. La conductora adolescente estaba visiblemente angustiada por la colisión. Sabiendo que era la culpable, ella se disculpó con el otro conductor de la camioneta diciéndole que era joven y que estaba nerviosa porque manejaba para llegar a su cita para abortar. Ciertamente tuve mucho tiempo para hablar con ella mientras estaba sentada en su auto toda conmocionada y me mencionó que tenía prisa por llegar a su cita adentro. Cuando le mencioné que Dios estaba tratando de comunicarle a través de la colisión, ella me miró fijamente con toda su atención. Mientras continuaba nuestra conversación, mencioné que el abortar a su bebé la afectaría más que el accidente.  Esta joven adolescente que me escuchaba era obviamente un producto de la nueva generación liberada, como lo sugería su atuendo. Pero ella siguió escuchándome y finalmente, en voz baja y humilde, dijo que ya se le había hecho tarde para su cita. Así que seguí hablando con ella. Eventualmente se preparó para entrar, agradeciéndome y sugiriendo que consideraría mis palabras.  Aun así, seguí hablando con ella debido a su obediencia sumisa y dócil de cumplir con su cita. Nunca terminé la conversación ni me alejé de ella. Ella lo hizo sutilmente.  Cinco días después, la volví a ver allí con otra amiga. Debido a que no estaba en la entrada principal, no estoy seguro de lo que sucedió.   

Ese mismo día vi a una pareja que, al retroceder en su vehículo, chocaron contra el vehículo de un empleado al lado del edificio de abortos. También ese día el vehículo de otra pareja se detuvo en el estacionamiento. Ciertamente tuve mucho tiempo para hablar con ellos.   

La niña de la foto es producto del gran bus azul, su mamá me lo dijo. Ya tiene 2 años. Me refiero al bus azul que se estaciona frente al lado del centro de abortos de “Planned Parenthood”, no de la calle San Jacinto. La niña estaba sentada en el vehículo de su mamá quien conducía al centro de abortos de la calle San Jacinto. Le expliqué a la mamá como podría ella buscar este centro de abortos después de expresarme orgullosamente su gozo por no haber abortado la niña de 2 años, gracias al bus azul. Luego me dijo que había dejado a una amiga adentro y que no sabía que este lugar se dedicaba a abortar niños.  Me aseguro de que iba a tratar de convencer a la amiga de no hacerlo. No sé si sus palabras fueron honestas porque tuve que irme; sin embargo, debo decir que antes de mi conversación con ella, pude ver a una joven bajarse de su vehículo y dirigirse al centro de abortos.  

A lo largo de esa mañana tuve muchas conversaciones con mujeres que salían del edificio. Al menos dos de ellas dijeron que tenían que irse del centro debido a la Ley del Latido del Corazón. Las otras habían iniciado el proceso de aborto tomando la píldora abortiva. En esos casos, es muy importante que les demos nuestra literatura sobre cómo revertir la Píldora.  

Agradezcamos una vez más esta milagrosa Acta de Ley. Gracias a ésta, se continúa salvando la vida de muchos bebés por nacer, evitando el aborto. Por todo esto que acabo de enumerarles y que sucedieron el mismo día, les repito que fue un día muy inusual para mí.

Hispanics of Texas for Life / Hispanos  de Texas por la Vida