Vida Humana Internacional (VHI) y Hispanos de Texas por la Vida apoya la educación en el amor y en la castidad. VHI no apoya la difusión de información sexual explícita y hedonista a través de medios de comunicación como Internet, televisión, en los salones de clases, y por otros medios.VHI sostiene que los padres son los primeros y principales educadores de sus hijos. Quienes los ayudan en la educación al amor de los hijos, ejercen un papel subsidiario y subordinado (1) y deben estar dispuestos y preparados a enseñar en conformidad con la auténtica doctrina moral de la Iglesia Católica, y ser personas maduras y de buena reputación moral. Ellos se deben situar en el mismo espíritu que anima a los padres, y si los padres se creen preparados para impartir adecuadamente la educación en el tema de la sexualidad, no están obligados a aceptar dicha asistencia (2).
VHI no desea tener un enlace con organizaciones en Internet o en cualquier otro medio, que difundan una educación sexual explícita y orientada al hedonismo. VHI promueve los programas educativos en el amor y en la castidad, formativos en los valores morales, los cuales deben ser presentados a los jóvenes en toda su verdad y su atractivo esplendor. El ejemplo de sus padres es su principal guía pedagógica, y luego, el de los educadores. VHI sostiene que la madurez en la responsabilidad sigue unos pasos, en el desarrollo y en el conocimiento, que hay que respetar (3). VHI apoya 4 principios básicos sobre la información respecto a la sexualidad a) Todo niño es una persona única e irrepetible y debe recibir una formación individualizada. El proceso de madurez de cada niño como persona es distinto tanto en lo biológico, como en lo afectivo y lo moral. El diálogo personalizado con el hijo se realiza mejor cuando el progenitor que comunica las informaciones biológicas, afectivas, morales y espirituales, es del mismo sexo del niño o del joven (4). b) La formación en materia sexual debe ser precedida de un sólida formación católica y la dimensión católica debe ser una parte integrante de estas explicaciones. La dimensión moral debe formar parte de las explicaciones, subrayando que los cristianos están llamados a vivir la sexualidad según el plan de Dios en el contexto del matrimonio (5), o de la virginidad consagrada o el celibato. Sólo quien es casto sabrá amar en el matrimonio o en la virginidad (6). c) La educación a la castidad y las oportunas informaciones sobre la sexualidad deben ser ofrecidas en el más amplio contexto de la educación al amor (7). No es suficiente comunicar informaciones sobre la sexualidad incluyendo principios morales objetivos. Es necesaria la constante ayuda para el crecimiento en la vida espiritual de los hijos, para su desarrollo biológico y por las presiones que comienzan a experimentar, para que se encuentren siempre acompañados por un creciente amor a Dios Creador y Redentor, y por una siempre más grande conciencia de la dignidad de toda persona humana y de su cuerpo. Los consejos idóneos de los padres para crecer en el amor a Dios y al prójimo, y para superar las dificultades, son necesarios; así como la disciplina de los sentidos y de la mente, la prudencia atenta para evitar las ocasiones de caídas, la guarda del pudor, la moderación en las diversiones, la ocupación sana, el recurso frecuente a la oración y los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía, y empeñarse en fomentar la devoción a la Inmaculada Madre de Dios. (8) Los padres deberán ejercer particular vigilancia sobre la calidad de los programas televisivos y del Internet que ven sus hijos, así como de los programas escolares. Sería de aconsejarse que el receptor de televisión se mantenga siempre bajo el control de los padres y que los niños vean programas bajo la supervisión de los padres, y éstos participen en las reuniones de padres de familia en el colegio. d) Los padres deben dar la información con extrema delicadeza, pero en forma clara y prudente, en el tiempo oportuno. Dar muchos detalles a los niños es contraproducente. La niñez es un período de tranquilidad y de serenidad que no debe ser perturbado por una información sexual innecesaria. En el período de inocencia la formación al amor casto es de manera indirecta. Cada etapa del crecimiento requiere una adecuada pedagogía (9). VHI apoya 4 principios y normas particulares para la educación. 1.La sexualidad humana es un misterio sagrado que ha de ser presentado según la enseñanza doctrinal y moral de la Iglesia, teniendo siempre en cuenta los efectos del pecado original. Se debe formar la conciencia de cada persona de manera clara, precisa y en sintonía con los valores espirituales (10). 2.Se deben presentar a los niños y a los jóvenes solo informaciones proporcionadas a cada fase del desarrollo individual, sean los años de la inocencia, la pubertad, la adolescencia y los mayores (9); de acuerdo a su experiencia en las etapas de la vida, y a los problemas asociados a estas etapas (11). 3.No se ha de presentar ningún material erótico a los niños o a los jóvenes de cualquier edad que sean, ni individualmente ni en grupo. El principio de decencia salvaguarda la castidad cristiana. La instrucción debe ser positiva, prudente, clara y delicada, excluyendo el contenido inaceptable (materiales eróticos visibles, presentaciones eróticas escritas o verbales, lenguaje obsceno o grosero, humorismo indecente, denigración de la castidad, tentativas de minimizar la gravedad del pecado contra esta virtud, etc.) (12). 4.Nadie debe ser invitado y mucho menos obligado, a actuar en un modo que pueda ofender objetivamente la modestia o lesionar subjetivamente la propia delicadeza y el sentido de "su intimidad". Este principio de respeto al niño y al joven excluye toda forma impropia de involucrarles o de utilizar métodos abusivos (13). VHI opina que hay métodos, ideologías o abusos que deben ser evitados por ser contrarios a la moral cristiana (14). Por ejemplo,la educación sexual secularizada y antinatalista, la cual considera el nacimiento de un hijo como una amenaza; promueve el aborto, la esterilización o la anticoncepción, la "amenaza de la sobrepoblación", la "salud reproductiva" y los "derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes" (15). El carácter inmoral del aborto procurado quirúrgica o químicamente, debe ser explicado gradualmente antes de la adolescencia en términos de la moral católica y la vida humana. Sobre la esterilización y la contracepción no se deberá explicar antes de la adolescencia y se desarrollará en conformidad con la enseñanza de la Iglesia Católica para aquellos que son católicos. Se subrayarán los valores morales, espirituales y sanitarios de los métodos naturales de la regulación de la fertilidad, indicando los peligros e inmoralidad de los métodos artificiales (16). Hay que tener mucho cuidado con las asociaciones de terapistas del sexo, educadores y consejeros cuyo trabajo se basa no raramente en teorías malsanas (17). Entre los abusos que hay que evitar están: 1. Enseñar todos los detalles más íntimos, gráficamente, de las relaciones genitales, como lo hacen los que enseñan el "sexo seguro" relacionado a la prevención del Sida (18). 2. La "clarificación de los valores" en que los jóvenes son animados a reflexionar, clarificar y decidir cuestiones morales con la máxima autonomía, ignorando la realidad objetiva de la ley moral y las enseñanzas de sus padres. (19). 3. El "método de inclusión" en el que se da instrucción sexual en el contenido de otras materias como alfabetización, sanidad, higiene, literatura infantil, vida familiar, etc., el cual es muy utilizado por los que promueven el control de los nacimientos en países donde el gobierno no respeta los derechos de los padres (20). "Ninguno tiene amor más grande que aquel que da la vida por los amigos" (21). La norma de la moral y de la vida cristiana, es Cristo mismo. No es una rigidez impuesta desde el exterior; sino una adhesión libre y espontánea, desde el corazón, al Amor mismo en persona. (22)
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Human Life International está firmemente opuesta a la educación sexual en las escuelas. Si bien los niños necesitan una instrucción prudente sobre la biología y fisiología de la reproducción humana, ésta debe impartirse en el contexto de la totalidad del cuerpo humano. No debe ponerse más énfasis en el sistema reproductivo que en el sistema respiratorio, el nervioso o el digestivo. No es necesario repetir al estudiante la información sobre la reproducción durante los 12 años de escuela.La sexualidad es una realidad compleja y multifacética —un misterio— en cuya comprensión entran en juego la teología, la filosofía, la biología, la fisiología, la sociología, la sicología, la genética y otras ciencias. La enseñanza del aspecto físico solamente, lo que es muy común hoy en día, trata una sola faceta, una pequeñísima parte de la realidad total y el misterio que es la sexualidad humana. El enfoque que toma en cuenta sólo el aspecto físico del sexo distorsiona la verdad y produce en nuestros hijos la impresión nefasta de que el placer físico es el principio que debe guiar el juicio sobre la moralidad del comportamiento sexual.
Los trágicos resultados de la educación sexual moderna, tramada por la Federación de Planificación de la Familia o su vástago, el Consejo de los Estados Unidos para la Información y la Educación Sexuales (SIECUS) son obvios. El informe del Senado de los Estados Unidos, Code Blue, señala los amargos frutos de la "revolución sexual" y de la educación sexual moderna, que comenzó en la década de los sesenta: un aumento del 600% del número de embarazos entre adolescentes, un incremento del 300% del número de suicidios de adolescentes, un aumento del 232% del número de homicidios cometidos por adolescentes y 400,000 abortos quirúrgicos practicados anualmente en niñas adolescentes. Un error común es pensar que basta con tener conocimiento e información. Pero ni la mejor información sobre la sexualidad puede hacer a nadie casto; es necesario contener el poderoso apetito sexual con formación espiritual y práctica religiosa. El Papa Pío XI señaló que "en los jóvenes, las culpas contra las buenas costumbres son efecto no tanto de la ignorancia intelectual cuanto principalmente de la voluntad débil expuesta a las ocasiones y no sostenida por los medios de la Gracia". La mejor educación sexual que alguien puede recibir es vivir en un hogar con padres amorosos. La madre y el padre no necesitan decir nada que sea muy explícito sobre la sexualidad, como lo prueba el pasado; obviamente nuestros abuelos se las arreglaron muy bien. La castidad más bien se "contagia", no se enseña. Además, los programas de educación sexual modernos casi siempre los instituyen las escuelas sin el consentimiento expreso de los padres. Inclusive cuando los padres se percatan de que se está impartiendo algún tipo de educación sexual, los administradores de las escuelas ocultan o distorsionan la verdadera naturaleza y el contenido de los cursos. Como barómetro para medir el contenido de estos cursos, hay que considerar lo que sucedió cuando un grupo de padres vigilantes publicó un anuncio en The Washington Times. El periódico, al publicar el anuncio, rehusó incluir algunas frases controversiales tomadas del programa por considerarlas demasiado explícitas sexualmente para su publicación en un periódico orientado a la familia. Hispanics of Texas for Life / Hispanos de Texas por la Vida Escucha esta entrevista de radio donde Ivan Ortiz como miembro y fundador de la organización pro derechos de los padres por la educación de sus hijos nos explica como debemos estar alerta para defender nuestros derechos en ser los que expliquen a nuestros hijos sobre su sexualidad. Esta charla nos abre los ojos para darnos cuenta desde donde viene toda la cultura de la muerte y promiscuidad y nos enseña una realidad de la que muchos aún no nos damos cuenta. Descarga la entrevista completa en tu computadora dando doble click en el icono aqui abajo. ![]()
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