Recientemente, un hombre joven de esta arquidiócesis, el Padre John Kodet FSSP, durante una atareada mañana de lunes, hizo lo que se esperaría de un Sacerdote cuando se encuentra frente a un centro de abortos. Se acercó a los muchos vehículos que entraban al edificio de abortos de la calle San Jacinto. Estaba parado en la acera frente al centro de abortos para rezar e intentar aconsejar a las madres embarazadas a punto de entrar, para que desistieran de practicarse un aborto. Su vestimenta - alzacuello y sotana - dejaba perfectamente claro a todos los que llegaban al lugar, quién era él y el por qué de su presencia allí. Ninguno de los que entraba se atrevía a cuestionar su presencia, ni siquiera los empleados del centro de abortos. No era necesario que abriera siquiera su boca para que las embarazadas entendieran la seriedad del aborto. Estuvo parado, rezando, mientras se aproximaba a los vehículos que llegaban por la entrada principal. Luego, un joven abogado de nombre Jorge, caminó hasta el Padre John para conversar con él cara a cara. Dijo que era protestante, pero aún así buscó el consejo del sacerdote. En unos pocos minutos el abogado comenzó a llorar. Se sentía impotente al no ser capaz de convencer a su esposa del error que ella estaba cometiendo al querer abortar a su criatura. El sacerdote le ofreció palabras de consuelo y le recordó que no era demasiado tarde para salvar a su pequeño. Pero el hombre respondió diciendo que había estado tratando hasta ese momento, pero que no la había podido convencer. Parecía que este joven realmente deseaba las oraciones del padre. Después de orar, el Padre John instó al hombre a entrar al autobús azul provida para obtener más información adecuada para él y su esposa. Después de entrar, el joven expresó su gratitud al padre. El abogado no habría salido del centro de abortos si el sacerdote no hubiera estado allí. Las ventajas de tener un sacerdote en el lugar, tratando de comunicarse con las mujeres embarazadas, es inconmensurable. Esa misma mañana llegó una pareja en su vehículo y parecía que iban a entrar al centro de abortos. Sin embargo, mientras esperaban en su auto a tener oportunidad de cruzar la calle, estuvieron observando directamente al Padre por unos 5 minutos aproximadamente. Su mirada parecía fija en el sacerdote. Finalmente, se fueron sin entrar al centro de abortos. No sabemos lo que sucedió con ellos, ¿cuáles eran sus intenciones? ¿planeaban entrar al centro de abortos? Lo que sí sabemos es que la presencia del sacerdote en el lugar captó su atención. Más tarde, esa misma mañana, un hombre de habla hispana se nos unió para rezar el Rosario mientras que el padre estaba allí. El hombre nos dijo que nos ve con frecuencia cuando pasa manejando frente al centro de abortos, pero que en esta ocasión decidió unírsenos. Nos comentó que él vive cerca de Baytown, pero que se encontraba en el área por negocios. Sin duda alguna, la presencia del sacerdote le atrajo y provocó que dejara de ser un simple espectador y se convirtiera en un participante activo en la defensa del no nacido. El Padre John me recordó a otros sacerdotes que tambien han tratado de comunicarse con las embarazadas antes de que entren a un centro de abortos. Tal es el caso de Monsenor James Golasinski, el Padre Nicholas Harding, y por supuesto, el renombrado Monseñor Philip Reilly. Siempre que nos sea posible, animemos a nuestros sacerdotes, no solamente a asistir físicamente al lugar, sino a tratar de comunicarse con las mujeres a punto de entrar. Nadie mejor que una persona de Vida Consagrada para realizar esta labor frente al centro de abortos. Estamos inmensamente agradecidos de que el año 2019 nos haya regalado al Padre John Kodet. Con tristeza les comentamos que, viviendo el voto de obediencia que aceptó al recibir la Orden Sacerdotal, él ha sido transferido al estado de Rhode Island. Será una bendición allá. Para nosotros es muy triste su partida, pero sus esfuerzos pro-vida serán muy apreciados en su nueva residencia. Los esfuerzos pro-vida de la parroquia local Regina Caeli continuarán. Que el reemplazo del sacerdote se vea inspirado por los Rosarios que esta comunidad reza frente al centro de abortos de manera que el nuevo sacerdote también pronto los acompañe. Este templo no está cerca del centro de abortos, sin embargo, ellos continúan acudiendo en grandes números a rezar al lugar. A pesar de que posiblemente se trate de la iglesia más pequeña de la Arquidiócesis, un buen número de feligreses,alrededor de 25, siempre encuentran tiempo para pasar preciosos momentos en oración por los no nacidos, guiados en el pasado por el Padre John Kodet. Sin embargo, como el grupo regularmente llega al lugar tarde en la mañana de los sábados, la necesidad de aconsejar el las aceras a esa hora, no es tan apremiante como un poco más temprano. Lo que se relata al principio de este texto sucedió un día entre semana, muy temprano por la mañana. Siempre es una bendición la presencia de este grupo formado por varias familias numerosas y completas, es decir, acuden los padres y los hijos. La Navidad y el Dia de Accion de Gracias Durante estas últimas semanas, el centro de abortos de la calle San Jacinto ha estado muy lleno, con muchas citas, particularmente durante el Día de Acción de Gracias y Navidad. Debido a que los estacionamientos estaban llenos, muchas de las mujeres embarazadas aparcaban en las calles. Parece que las fechas más concurridas fueron la semana anterior a Navidad y Acción de Gracias. Además de hacer saber a las madres que "hay esperanza para ella y su bebé", también les recordamos con mucho tacto/gentilmente que "todos los niños merecen una Navidad". Ir al centro de abortos durante esos días festivos no era problema. Se podía llegar rápidamente porque no había tráfico, ya que no había escuela y muchas familias estaban fuera de la ciudad. Recomendamos Aquellos de nosotros que vamos a defender la vida al centro de abortos, sabemos que no hay tiempo que perder conversando o atendiendo nuestros teléfonos celulares. Coches entran y salen sin parar. Se requiere nuestra atención constante, o perdemos oportunidad tras oportunidad. Enfaticemos lo que siempre hemos recomendado para mantenernos concentrados mientras estamos allí: si es posible, asistamos a misa antes o después de salir del centro de abortos. Les recordamos que durante la semana, la Co-Catedral del Sagrado Corazón del centro de la ciudad celebra la misa diaria a las 7 de la mañana. Por lo general, la misa termina a las 7:25 am, dándonos tiempo de sobra para llegar al centro de abortos a la hora más oportuna, pues toma solamente 5 minutos. Por supuesto, ayunar esa mañana afectará en gran medida lo que suceda en el centro de abortos. Tengamos esto en cuenta debido a las muchas distracciones que pueden afectarnos allí por sin mencionar cualquier temor que podamos experimentar. Buenas Noticias No ha sido fácil intentar comunicarme con las madres embarazadas antes de que entren al centro de abortos de la calle San Jacinto. Últimamente el ambiente ha sido muy activo. En una ocasión reciente, hablé con una pareja de jóvenes que iban en un vehículo antes de que entraran. Ella solamente escuchaba mientras que le aseguraba que estábamos ahí para ayudarlos en su situación, para que ella pudiera tener un embarazo saludable. El conductor, me imagino que era su novio, preguntó de qué manera podíamos ayudarlos. Su pregunta me sorprendió, ya que usualmente esa pregunta viene de alguien que tiene más edad y madurez. Después de que les expliqué, me dió las gracias, pero aún así entraron al centro de abortos. Aproximadamente una hora después, el joven salió del edificio y caminó por la calle. Le volví a recordar que estábamos ahí para ayudar. Él me escuchó pero continuó caminando, yo creo que hacia la tienda de bocadillos. Minutos después de que él volvió a entrar al edificio de abortos, salió la pareja con un portapapeles con unas formas que se tienen que llenar para llevar acabo la cita en ese lugar. Ella le pidió a él que le ayudara con algunas preguntas en las formas, mientras que yo volví a ofrecerles asistencia. Ella dejó de llenar las formas coloridas y se las pasó a su novio. Él, a su vez, se las pasó al guardia de seguridad. El guardia le dijo que tenía que terminar de llenar los papeles por completo antes de que ella pudiera ser vista por los empleados de la clínica. Él le contestó que no regresarían. La joven pareja parecía sentir alivio después de lo acontecido. Intercambiamos información por si acaso necesitaban asistencia. Se fueron de ahí contentos. Otra situación ocurrió ahí dos días antes de Navidad. Fue muy inusual. Una jovencita y una mujer, que parecía ser su madre, entraron al estacionamiento. Se estacionaron cerca de la puerta que estaba directamente en frente de mí, después de que intenté ofrecerles asistencia. La joven mujer abrió la puerta agresivamente, caminando más cerca de mí mientras me gritaba obscenidades, diciendo que ya era suficientemente difícil para ella entrar ahí, y que no necesitaba empeorar la situación haciéndola sentirse culpable. Para aclarar, le ofrecí asistencia mientras iban entrando al estacionamiento, no cuando salieron del vehículo. Sin embargo la joven parecía estar teniendo una crisis nerviosa y su cara se veía verdaderamente angustiada. En ese momento sentí mucha tristeza por ella. A cualquiera se le quiebra el corazón al ver esto. Su madre la llevó adentro del edificio. Aproximadamente dos horas después, que es lo que se demora una cita ahí por el alto volumen de pacientes, la jovencita salió llorando y corrió hacia el vehículo. Su madre la siguió al vehículo y la trató de llevar al edificio de nuevo pero no tuvo éxito. La madre se veía muy molesta con nosotros. Se fueron y no regresaron. La Marcha por la Vida en Washington D.C. Estamos agradecidos que el Presidente Donald Trump, así como muchos otros políticos estuvieron presentes en la Marcha por la Vida en Washington y en otras ciudades de nuestra nación. Sería agradable ver que los miembros de la Corte Suprema también se presentarán si acaso no los excluye de Escuchar casos en corte relacionados con el aborto. Acompáñenos Les invitamos a acompañarnos un día a la semana a rezar el rosario temprano en la manana, frente al centro de abortos que se encuentra en el 4820 de la calle San Jacinto. Venga, solo, acompañado por su familia u otros. Rezamos mientras las madres embarazadas entran para abortar a sus bebés. No tiene nada de malo recordarle a las madres embarazadas entrando que su hijo no nacido podría ser el próximo Kobe Bryant— y que el amaba a sus hijos. Hispanics of Texas for life / Hispanos de Texas por la Vida
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