No había podido escribir este artículo anteriormente debido a que estuve en San Juan Capistrano, California. Estuve varios días atendiendo a los últimos días de la enfermedad y la defunción de mi suegra, Barbara Bender.
Como siempre acostumbro, cuando les escribo acerca de las experiencias pasadas frente a un centro de abortos, se los cuento no como un evento o con propósito de entretenimiento, sino más bien trato de que la información les ayude a reflexionar y a motivarlos a que vayan a un centro de abortos para defender a los niños que van a ser asesinados. No es fácil levantarse temprano para ir a uno de estos sitios. También les escribo las experiencias para que les ayude a aprender técnicas y estrategias que se pueden utilizar cuando vayan a estos edificios de abortos. Mientras estaba frente al centro de abortos en el 4820 de la calle San Jacinto el sábado, 27 de enero, estuve acompañado de 30 jóvenes de un grupo de jóvenes dirigido por Monica Llaguno y otros adultos. Yo llegué a las 6:45 de la mañana. Esa mañana se esperaba mucha lluvia además del frío. Gracias a Dios, llovió muy poco. Tan pronto los jóvenes llegaron comenzaron a rezar el Rosario. Me pareció que ninguno de ellos había experimentado estar frente a este centro de abortos. Es probable que la mayoría de ellos nunca se habían presentado ante un edificio de abortos. Cuando las madres comenzaron a llegar, ellos se quedaron asombrados pero comenzaron a intervenir a favor de los bebés en el vientre. Ellos estaban deseosos de hablar con las madres para que le dieran una oportunidad a sus bebés no nacidos. La mayoría de este grupo de jóvenes son hijos de padres que vienen de Mexico. No estaban acostumbrados a ver un escenario como este en su país. En América Central, debido a que el aborto es ilegal, no se ven rótulos anunciando centros de abortos públicamente. Sí, es posible que hayan visto en Facebook o en internet artículos sobre el aborto, pero la experiencia personal es radicalmente impactante. Aunque han de haber estado conmocionados observando el escenario a su alrededor, empezaron a trabajar rápidamente, rezando el rosario e intentando hablar con aquellos que iban entrando. Hablamos con muchas mujeres queingresaban. Una de las mamás con la que hablamos estaba acompañada por el padre del niño, su esposo. Tan pronto comencé a hablar con ella en español, se puso a llorar. Nos dijo que su nombre era Diana. De la manera que se expresaba en la conversación, me dio la impresión de que se sentía incómoda con la decisión de abortar al bebé. Luego, una parte del grupo de jóvenes se acercó a nosotros para rezar por ella y su bebe. De repente algo precioso ocurrió pues una de las jovencitas la abrazó. Estuvieron abrazadas por diez minutos mientras que Diana lloraba en su hombro. Esto ocurrió como a una cuadra de distancia del centro de abortos. Mientras ella lloraba, algunos empleados y voluntarios del centro de abortos salieron a tratar de convencerla de que nos dejara para ir a entrar al centro de abortos. Ellos se encontraron en un aprieto pues no hablaban español lo suficiente como para convencerla. Las dos agentes de seguridad que sí hablan español estaban a una cuadra de distancia de la entrada del edificio. ¿Qué hicieron entonces los empleados para lograr comunicarse con Diana? Trajeron a un extraño que hablaba español, que aparentemente era esposo de una madre a quien le estaban realizando un aborto. Intentó hablar con ella, invitándola a entrar pero ella seguía llorando, lo que la detenía de seguirlo hacia el edificio. Así que seguimos dando apoyo a Diana y a su marido. Él fue muy cooperativo y seguramente Diana se extrañaba de estar rodeada por nosotros - un grupo PRO-VIDA, el cual le daba afecto. Yo creo que ella estaba tan sorprendida por nuestra amorosa atención que su alegría se convirtió en lágrimas. Eventualmente ellos nos acompañaron hasta un centro PRO-VIDA para mujeres embarazadas. Después de haber optado por la vida de su bebe, Diana y su esposo se sintieron muy agradecidos y aliviados. Esta pareja proveniente de El Salvador nos dió mucha información mientras esperaban por una enfermera. Diana tenía miedo de ser despedida de su empleo una vez que supieran que ella estaba embarazada. El trabajo de su esposo era inestable. Cuando le pregunté como se sintió cuando nos vio por primera vez ante el centro de abortos, dijo que se turbó y que presentía que nosotros estábamos en contra del aborto. Nos dijo que después de vernos, la pareja se quedó en el auto por un rato deliberando si seguir con el plan o no. Entonces decidieron entrar y proceder con el aborto. Hay que darse cuenta de que se estacionaron una cuadra del centro de abortos porque sus estacionamientos estaban llenos. Tan pronto que se bajaron del carro, me acerqué a conversar con ellos. Cuando vamos a este centro de abortos es una buena estratégica enfocarnos en las mujeres que se estacionan en las calles, no solamente en las que entran al estacionamiento del edificio, pues nos provee más tiempo de conversar con las madres en las calles que con las que hayan entrado al estacionamiento. Esa mañana una de las muchachas del grupo juvenil me dijo que al vernos, una pareja que iba entrando se dio la vuelta y se fue. La presencia del grupo juvenil en plegaria ayudó a salvar vidas esa mañana. Otro grupo juvenil Este pasado 3 de febrero, otro grupo de Regnum Christi formado por alrededor de 30 jóvenes liderados por Gabriela Fabiola y otros adultos, se nos unió frente al centro de abortos en la calle San Jacinto. Este grupo de jóvenes, mientras rezábamos el Rosario, se mostraba muy inquieto por hablar con las mujeres embarazadas que entraban al edificio. Nuevamente fuimos bendecidos por el clima ese día. Se había pronosticado lluvias durante esa fría mañana, pero la lluvia fue casi nula. Este dinámico grupo de jóvenes no perdió tiempo y se puso a rezar de inmediato. Rezaron mientras cargaban la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en la entrada del edificio, con temperaturas en los 40 grados. Varios me solicitaron literatura pro-vida para entregársela a las mujeres que entraban al edificio. Pudimos hablar con muchas que estaban al punto de entrar. Al ver muchas embarazadas entrando, algunos de los jóvenes parecieron enfermarse, mostrando diversos síntomas. No obstante, el rezo del Rosario penetró los corazones de muchos de los que nos vieron. Una de las mujeres del grupo me comentó que una pareja, tras entrar, le dijo que habían cambiado de parecer y no abortarían a su bebé. Otra joven me comentó emocionada que una pareja no abortó a su bebé. No me fue posible escuchar los detalles, pues estaba ocupado platicando con otra mujer embarazada que entraba al edificio. Algunos de los jóvenes se colocaron del otro lado de la calle, retirados del edificio de abortos porque había muchas parejas que se estacionaron en la calle, pues los estacionamientos estaban llenos. Desde 2011, las mujeres embarazadas de Texas no pueden abortar a su bebé en un día o en la primera visita. La ley prescribe que el aborto se realice en la visita del segundo día, a menos que existan circunstancias excepcionales. Esta fue una gran victoria de la legislatura Pro-vida de Texas durante la gestión del entonces gobernador republicano, Rick Perry. En consecuencia, la mitad de las mujeres en un edificio de abortos están allí por el primer día, mientras que la otra mitad está allí para el segundo día, es decir, para abortar a su hijo. Antes de esta ley, las mujeres podían abortar a su bebé en su primera visita. Es una gran herramienta para las personas PRO-VIDA que van a rezar e intentan comunicarse con las mujeres en su primera visita. Así, sea lo que sea que les comuniquemos a esas mujeres, estará en sus mentes por al menos 24 horas y no sólo 30 minutos como antes. Tendrán que dormir pensando en eso. Lleva tiempo que la conciencia afecte al individuo. Estamos allí para orar y / o tratar de comunicarnos con quienes entran. Deseamos que aquellos que ingresen nos vean rezar o puedan tomar nuestra literatura. Nuestras oraciones son para que aquellos que ingresen se vean impactados, o si no, entonces, quizá durante la noche estemos presentes en su conciencia. Esperamos que su encuentro con nosotros trabaje sobre ellos, tal vez en un sueño esa noche o donde sea! Es por eso que ir a las instalaciones de aborto hoy en día es más efectivo que antes del 2011. Raul Melcnor Hispanics of Texas for Life / Hispanos de Texas por la vida
1 Comment
Alma Garcia
3/29/2018 03:58:04 pm
Quisiera recibir inf. Del próx. día que se van a presentar en este abortorio o cualquier otro por favor!
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