Estimados Hermanos Pro-Vida,
Cuanto más temprano lleguemos a orar a un centro de abortos más probable es que alcanzemos comunicarnos con las mujeres antes de que ellas entren al edificio. La mayoría de las mujeres embarazadas que llegan para abortar a sus bebés entran al centro antes de las 9 a.m. El aborto, de hecho, afecta a la cultura hispana de Houston, no sólo a la madre. Aparte del bebé abortado, la madre y el padre quedarán marcados de por vida. Muchos vivirán con esa experiencia el resto de sus vidas. El aborto quirúrgico aumenta el riesgo del cáncer de mama en la mujer y más aún si se realiza durante el primer embarazo. El procedimiento puede afectar a futuros embarazos así como la capacidad de la mujer para concebir en el futuro. De modo que el aborto no afecta únicamente a la madre sino a la familia entera. La madre hispana ama a sus hijos y vive para ellos. Ella desdeña el aborto. Instintivamente, sin dudarlo, ella se lanzaría a una casa envuelta en llamas para rescatar a su hijo. Los centros de crisis de embarazo (ayuda a la mujer) en México se encuentran siempre inundados de mujeres embarazadas que escogen la vida y no el aborto. Los centros tienen que abastecerse diariamente porque literalmente las provisiones se agotan por el número de mujeres embarazadas. No existe tal cosa como hacer citas porque no hay suficientes minutos en el espacio de un día para atenderlas a todas. ¿Por qué entonces tiene Texas el índice más alto de mujeres hispanas que abortan? La madre hispanohablante embarazada que acude al centro de abortos lo hace por miedo y sintiéndose derrotada, no porque desea un aborto. Muchas de ellas se sienten marcadaspor los obstáculos que encuentran tanto como por el largo proceso para cualificar para recibir cuidado prenatal en un hospital público. Una vez que cualifican, muchas tienen que esperar varias semanas antes de su primera cita, lo cual significa que pudieran tener un embarazo de “alto riesgo”. Este tipo de embarazo puede representar un peligro para la madre y para el bebé. Una cosa es que una madre embarazada cambie su decisión de tener un aborto y en su lugar escoja la vida incluyendo el cuidado prenatal. Y otra cosa es que la madre embarazada cambie su decisión de tener un aborto y en su lugar escoja la vida, pero sin recibir cuidado prenatal durante la mayor parte del periodo de embarazo. No obstante, esta no es una razón moral para abortar a un hijo. La enseñanza católica sobre el aborto directo (deliberado o inducido) es muy clara. Nunca existe una razón o circunstancia que lo justifique. En otras palabras, el aborto directo siempre es un grave mal. Es una dura realidad a la que muchas de estas mujeres embarazadas se enfrentan. Por medio de nuestras oraciones y asistencia podemos ayudarlas aunque sientan que no tienen otra salida. Hispanos de Texas por la Vida Raul Melchor
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